Las alfombras tienen sus pros: por ejemplo, además de ser un elemento decorativo y estético que sumará belleza a tus ambientes, también sirve para delimitar visualmente las áreas, incluso dentro de una misma estancia, como puede ser la zona del estar del salón o el área de la cama en un gran cuarto, etc. Tienen además la ventaja de permitir renovar un espacio sin ningún otro trabajo más que colocarla en el lugar adecuado.
En el recibidor o hall de entrada son una cálida forma de dar la bienvenida: el abrir la puerta y tener allí esperando una alfombra es un grato encuentro, un elemento que te hará sentir en casa enseguida.
En el dormitorio actúan como abrigo: en este caso, se aconseja escoger un modelo de pelo largo, mullido y más agradables para el tacto -de los pies-. Combínala con ropa de cama a tono y procura optar por tonos claros o suaves, que te ayuden a lograr un mejor descanso.