
Aunque no la utilices para darte calor por las noches, una manta quedará preciosa como complemento al pie de la cama, sobre la colcha o el edredón. Además, si en algún momento del día quieres echarte una pequeña siesta o tumbarte para relajarte un rato, no tendrás que deshacer la cama. Tu manta de punto te será muy útil en esos momentos.
Cuando pensamos en mantas de punto, no debemos limitarnos al clásico diseño de punto bobo o de ochos que tejían nuestras abuelas. Ahora mismo, las opciones en el mercado son infinitas. Podemos encontrar mantas de punto a rayas, con flecos, con rayas en zigzag y colores llamativos.