No nos referimos a estar todo el día en Facebook, sino a mantener la conexión con nuestros amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo. Los buenos amigos deben cuidarse para no perderse y es de sobra conocida la capacidad que tiene la amistad para generar felicidad en nuestro entorno. Las tasas de depresión llevan creciendo de forma sostenida desde hace 50 años y una de sus principales causas es la soledad. Puedes creer que solo necesitas a tu pareja, tus padres y algún que otro amigo para ser feliz, pero lo cierto es que el egoísmo y la desidia en cuestiones de amistad se paga caro. No en vano, haber descuidado nuestras amistades perdiendo el contacto con estas, es uno de los aspectos que más lamentamos en nuestro lecho de muerte.