1. Nunca olvides que las personas son antes que las cosas. Vive bajo esa ley y la gente a tu alrededor lo agradecerá con su lealtad y cariño incondicional.
2. La generosidad y la gratitud son la clave de las relaciones. Nunca dejes de mostrarte agradecido por las personas que te rodean y compórtate de tal manera que no teman acudir a ti cuando tengan algún problema.
3. Aprende a aceptar las críticas y los desacuerdos. Una parte muy importante de convivir con otros es ser capaz de estar en desacuerdo con ellos sin que eso dañe su relación y el cariño que se tienen.
4. Dedícales tiempo a tus seres queridos. No seas el amigo que cancela, el padre que está demasiado ocupado para el festival escolar o el esposo que nunca llega a cenar. Recuerda el punto número 1, que tus relaciones son siempre más importantes.
5. Ámate y acéptate a ti mismo. Tener una buena relación con nosotros mismos es la única forma de entablar relaciones sanas con los demás. No podemos dar a otros el amor que no nos damos a nosotros mismos.
Ningún legado es tan rico como la honestidad. William Shakespeare