Sentir ansiedad de vez en cuando es normal. Sin embargo, las personas que tienen trastornos de ansiedad con frecuencia sienten una preocupación intensa, excesiva y persistente, y son temerosas para todas las situaciones de la vida diaria. A menudo, los trastornos de ansiedad se manifiestan con episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que llegan a su máximo en solo unos minutos (ataques de pánico).
Estas sensaciones de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar y desproporcionadas si las comparamos con el peligro real, y pueden durar por largo tiempo. Para evitar estas sensaciones, puedes intentar no ir a ciertos lugares o no participar de ciertas situaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o los años de la adolescencia y continuar cuando ya eres adulto.
Son ejemplos de trastornos de ansiedad el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y el trastorno de ansiedad. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Independientemente del tipo de ansiedad que tengas, el tratamiento puede ser útil.
Prevención
No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso: